RESPUESTA SEXUAL
Los modelos de respuesta sexual son modelos teóricos de “la fisiología de la sexualidad”.
La fisiología es el estudio de cómo funcionan sistemas y órganos.
La respuesta sexual es una serie de cambios psicofisiológicos que se dan cíclicamente.
Éste es un modelo que intenta universalizar la respuesta de los cuerpos con pene normativo y prevalencia hormonal de testosterona. La idea no es generalizar, pero sí lograr un acercamiento sobre cómo funcionan esos ciclos.
Modelo lineal
Masters y Johnson inician una investigación en 1954 con la intención de conocer las “reacciones físicas y comportamientos de hombres y mujeres ante una estimulación sexual efectiva para tratar adecuadamente la inadecuación sexual”. Presentan un modelo lineal, universalizado. En el año 1979 Helen Kaplan, encuentra insuficiente el modelo y plantea incluir una tercera fase la del “deseo sexual”.
Este modelo funciona sobre todo en personas con pene normativo, y prevalencia hormonal de testosterona, o sea, varones cis, y personas trans y no binarias con pene sin intervención hormonal de ningún tipo. [Pero puede no funcionar así.] El modelo lineal es un ciclo de 6 fases correlativas entre sí.
La primera fase, del DESEO, es la de la motivación, las ganas. El impulso es estimulado y genera conductas de búsqueda y que pueden desencadenar en conductas de práctica.
Si hay deseo, relajación (activación del sistema nervioso parasimpático) y aparecen estímulos sensoriales (visuales, auditivos, gustativos, olfativos, táctiles, kinestésicos, cenestésicos) o bien fantasías, pensamientos, etc., el pene inicia el proceso de erección en la fase de EXCITACIÓN que puede durar de minutos a horas (debido a muchos factores), y es dinámico y variable. Hay tensión muscular, taquicardia, sudoración y aumenta la vasodilatación genital.
Una vez que el pene consiguió cierta estabilidad en la rigidez, también se logra cierta estabilidad en la frecuencia cardíaca y respiratoria (igualmente elevadas) y puede aparecer el rubor sexual en mejillas, pechos y glúteos, es que llegamos a la fase de MESETA. Es la fase de los bombeos en donde se emite fluido preseminal. Progresivamente, aumentan las señales al sistema nervioso autónomo y, con esa tensión se activaría el sistema nervioso simpático, lo que permite que advenga la descarga motora.
El ORGASMO es esa descarga, que puede generar una sensación de mucho placer. O no. En ese momento es que puede aparecer el reflejo eyaculatorio que es un punto gatillo, y generalmente viene asociado a la EYACULACIÓN (emisión del semen); que se produce cuando el pene hace esas contracciones rítmicas.
Una vez que se da la eyaculación, durante la RESOLUCIÓN el pene va a ir perdiendo progresivamente rigidez (también depende de muchas variables) y va volviendo a su estado basal. Es un momento de reposo fisiológico y emocional. Se vuelve a activar el sistema nervioso parasimpático, por lo que habría relajación y sueño.
Y por último adviene el muy temido e hiper necesario PERÍODO REFRACTARIO. El pene rechaza los estímulos sexuales para lograr su recuperación. Es “incapaz” de alcanzar otra erección, y puede permanecer en reposo durante minutos, horas y hasta días.